El nuevo logo de Pushpa ¡Reinventándonos!

El nuevo logo de Pushpa ¡Reinventándonos!

El mandala como símbolo y expresión de la geometría floral.

Hace algunos días que estamos estrenando nuevo símbolo, sin duda es un diseño que va más ad hoc con la misión de PUSHPA, que es armonizar las emociones y los espacios a través de la energía floral. A continuación te platico un poco sobre el origen de este isotipo.

Desde el inicio, todos los logotipos de la marca se basaron en el teseracto o hipercubo que es una figura geométrica que representa al cubo tridimensional pero en la cuarta dimensión, es decir, no existe como tal en nuestra dimensión.

Sin embargo, la proyección ortogonal de esta figura en papel o segunda dimensión, parece una estrella chica de ocho puntas dentro de una más grande del mismo número de cúspides, ambas encerradas en un octágono, asimismo, en la tercera dimensión, que es donde nos encontramos, luciría como un cubo pequeño dentro de un cubo más grande en constante movimiento o como dos cubos engarzados, conectando todos sus vértices con líneas.

Lo que busco plasmar al tomar este símbolo como la nueva imagen de PUSHPA es comenzar a utilizar el principio de entendimiento intuitivo, ya que la manera de percibir a las flores es a través de la intuición, por lo tanto hice uso de la proyección matemática del espacio de la cuarta dimensión al espacio de la tercera dimensión, que es en sí la figura del hipercubo en un plano, logrando tener acceso a la visualización física y mental del mismo, siendo ésta la única manera de captarlo en nuestro limitado campo vibratorio.

Proyección ortogonal del hipercubo en papel o segunda dimensión.

Proyección ortogonal del hipercubo en papel o segunda dimensión.

¿Por qué un mandala?

Es importante mencionar que el propósito de este isotipo es  simbolizar un mandala, palabra de origen sánscrito que significa círculo, ya que la esencia de PUSHPA se basa en las terapias de sanación floral que se realizan sobre figuras de aproximadamente dos metros de diámetro hechas en su totalidad de flores, impactando en un principio la percepción visual de todo aquel que quiera experimentar este contacto con el reino vegetal.

Proyección ortogonal del hipercubo en papel o segunda dimensión.

En la tercera dimensión se vería como dos cubos engarzados, conectando todos sus vértices con líneas.

 

Los ojos son los primeros órganos en ser testigos del impacto y la sutileza de la sanación, ya que es al observar la forma geométrica del mandala floral que su frecuencia penetra el sentido de la vista a través de las ondas de luz que después se convierten en señales eléctricas que viajan por el nervio óptico hasta la parte posterior del cerebro  donde se encuentra la corteza visual primaria, generando una visión consciente repercutiendo en nuevas sinapsis entre las neuronas permitiendo la armonización de las emociones, considerando que el alma se encuentra en la red neuronal del cerebro.

El mandala hecho de flores nos recuerda que estamos vinculados con el ciclo de la vida, nacer-crecer-reproducir-morir, reconociendo que somos seres interdimensionales en constante evolución, con esta figura circular en el ícono de PUSHPA se pretende evocar en cada ser humano la consciencia de sí mismo más allá de la tercera dimensión que nos contiene, invitando a todo aquel que lo permita a manifestar sus más profundos deseos, vivenciarlos, incorporarlos con un sentido de congruencia, y desapegarse de cualquier creación en esta existencia.

Los colores y el número cuatro.

Los colores del isotipo son tonos pastel que encarnan la neutralidad, delicadeza y paz con la que debes ser tratado por ti mismo, sugiriendo en su composición profundizar en tu mundo interno a partir de una fractalidad infinita, representada por pétalos distribuidos en múltiplos de cuatro del centro hacía afuera, con el fin de hacer consciente la emocionalidad de la vida utilizándola en favor propio en lugar de permitir que ésta te use inconscientemente.

En mi afán por exhortarte a aprender a ser un ser humano en toda la extensión de la palabra, encontré en el número cuatro un dígito fuertemente vinculado a la Tierra y por lo tanto a la estabilidad, asimismo, descubrí que de acuerdo a lo mencionado por W. Wynn Westcott en su libro “Los Números, su oculto poder y místico significado”, es un carácter denominado por Nicomachus y los Pitagóricos como el mayor milagro, la inmensa divinidad, la fuente de la naturaleza, su guardián.

¡Vive entre flores! Te escribo pronto.

Eunice Franco.

Leave a Reply